La isla coreana innova con un avatar digital, abriendo el debate sobre el futuro de la industria de los medios de comunicación.
El gobierno provincial de Jeju, una joya en medio del Mar del Este, ha dado un paso audaz en la era digital al contratar a una presentadora de noticias virtual para dirigir su programa semanal en YouTube, «Weekly Jeju». Este innovador movimiento ha desatado un debate sobre el futuro de la industria de los medios de comunicación, no solo en Corea del Sur, sino en todo el mundo.
J-na, el rostro y la voz detrás de la pantalla, no es una persona real, sino un avatar virtual creado por computadora y manejado por un contratista privado. A pesar de su juventud aparente, J-na demuestra una experiencia notable en su desempeño, gracias a la inteligencia artificial que la respalda. Cada palabra que pronuncia proviene de un guion generado por modelos lingüísticos avanzados, como el omnipresente ChatGPT.
La decisión de Jeju de adoptar esta tecnología revolucionaria no solo ha impactado en la esfera de los medios de comunicación, sino también en los presupuestos gubernamentales. Con un costo mensual de tan sólo 600.000 wones (aproximadamente $450 dólares), incluyendo tanto a J-na como al guion de generación de noticias, el gobierno provincial ha logrado un ahorro significativo en comparación con los costos asociados a los presentadores humanos tradicionales.
Este movimiento pionero podría no limitarse únicamente a los confines de YouTube. Con la calidad en constante aumento y los costos en descenso, es plausible que los servicios de noticias por cable pronto consideren seriamente la adopción de presentadores virtuales para reducir sus propios gastos operativos.
La incursión de Jeju en la era de los presentadores de noticias virtuales plantea preguntas cruciales sobre el futuro de la industria mediática. ¿Estamos ante el comienzo de una nueva era en la que los humanos sean reemplazados por avatares digitales? ¿O este es simplemente un fenómeno pasajero en el panorama mediático? Con la tecnología avanzando a pasos agigantados, sólo el tiempo dirá cómo se desarrollará esta historia.
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