Pobladores y transportistas de Tierra Colorada, en el municipio de Juan R. Escudero, mantuvieron cerrados durante siete horas la Autopista del Sol y la carretera federal, en demanda de cumplimiento a acuerdos previos y atención a diversas obras pendientes en comunidades de la zona rural de Acapulco. El bloqueo se instaló en el punto conocido como el crucero del Trébol, donde los manifestantes denunciaron que desde hace más de cinco meses no se han ejecutado los compromisos establecidos por autoridades estatales.
Los inconformes recordaron que en julio sostuvieron una mesa de diálogo para gestionar mejoras al Hospital de Xaltianguis, incluidas la rehabilitación de infraestructura, el fortalecimiento de los servicios médicos y la atención directa a sus autoridades tradicionales. Sin embargo, señalaron que ninguno de estos compromisos ha mostrado avances, situación que motivó su regreso a la vía federal.
A las exigencias se sumaron transportistas que reclamaron mayor seguridad en la Autopista del Sol y en la carretera federal, además de habitantes que pidieron a la Comisión Federal de Electricidad cubrir adeudos relacionados con afectaciones en comunidades cercanas. En paralelo, señalaron el incumplimiento en la entrega de tarjetas correspondientes a un programa federal destinado a pueblos indígenas y afromexicanos.
De acuerdo con José Daniel Rosa Martínez, coordinador de comisarios y comisariados de la región, tres comunidades —San José, Pablo Galeana y Puente de Fierro— fueron beneficiadas con recursos para obras específicas, como red de agua potable, electrificación y la construcción de un campo de fútbol. No obstante, afirmaron que los apoyos no han sido entregados por la dependencia estatal responsable, pese a reuniones previas en Chilpancingo.
Los manifestantes también acusaron retrasos en proyectos relacionados con infraestructura regional, entre ellos la rehabilitación del Hospital de Xaltianguis, obras pendientes en Río Verde y Alitre, así como la suspensión de trabajos en la escuela primaria Cuauhtémoc, en Xaltianguis, donde más de 600 alumnos toman clases en domicilios particulares debido a la falta de contrato y anticipo para la empresa constructora.
Durante el bloqueo, que generó extensas filas vehiculares, los pobladores reiteraron que no retirarían el cierre hasta recibir una respuesta concreta y avanzar en la entrega de recursos destinados a más de seis mil habitantes. En tanto, funcionarios estatales arribaron al lugar para instalar una nueva mesa de diálogo con el fin de destrabar el conflicto.
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